Sandra Gillot y la apuesta de Benexia por hacerle un lugar a la chía en los supermercados

A pesar de que la industria alimentaria no vive su mejor momento, Sandra Gillot considera que la migración de los consumidores a productos más saludables es un proceso continúa viento en popa.

Por eso, la socia fundadora y CEO de Benexia, empresa dedicada a la producción de chía y sus derivados, dice que a pesar de que en la industria está “todo lento y todo caro”, como compañía están “surfeando una muy buena ola”.

La belga apostó por el desarrollo de la chía en Latinoamérica el año 2005 y desde ahí se ha mantenido firme en Chile. Hoy la empresa cuenta con una dotación de 70 trabajadores en territorio nacional: 20 en las oficinas de Santiago y 50 en Arica, donde se concentran las faenas productivas.

Benexia estima cerrar este año con un crecimiento de alrededor de un 30%, desempeño que, dice Gillot, de no ser por el escenario económico global, hubiese sido aún más alto.

No obstante, ya tienen sus ojos puestos sobre 2023, ya que darán un salto que cambiará con fuerza las operaciones de la empresa.

Por el retail

Hasta ahora, Benexia comercializaba tanto en Chile como hacia el extranjero productos a granel, teniendo como sus principales mercados Estados Unidos, Asia y América Latina.

Gillot decidió ir más allá y lanzarán una línea de productos en base a chía bajo el paraguas de la marca Seeds Of Wellness (SOW). El proyecto incluye aceites, leche y otras recetas elaboradas en base a harina de chía, como por ejemplo muffins.

En Chile, particularmente, la apuesta será con más fuerza y enfocada a hacerse un espacio en el retail y en las góndolas de los supermercados, sumando una línea de colaciones saludables.

“Hay una tremenda oportunidad para Benexia porque somos los únicos en el mercado que hacemos los ingredientes de chía, no hay nadie más que nosotros. Entonces, tenemos mucho conocimiento del uso de nuestros ingredientes en operaciones varias, tanto en aplicaciones de bebidas, líquidos, en polvos, masas, panes y otras cosas (...) Chile es un mercado donde hay mucho potencial, mucha gente preocupada por disminuir los niveles de azúcares que comen, de tomar más Omega 3, de buscar más fibra”, dice la CEO de la firma.

En ese sentido, Gillot cree que cada vez hay una mayor tendencia a este tipo de alimentación, debido a la mayor información al respecto y el rol de las redes sociales en esto. Sin embargo, agrega que hay una gran deuda con la educación en materia nutricional, lo que espera algún día pueda respaldar con aún más fuerza a la companía.

La industria

Este año, las condiciones climáticas permitieron un mejor rendimiento de los cultivos, lo que también impulsó el crecimiento de Benexia. Para 2023, Gillot espera mantener el ritmo e incluso aumentarlo, alcanzando cerca de un 40% de crecimiento.

La empresa debe lidiar con estos planes en un contexto en el que la industria alimentaria se ha visto golpeada con fuerza por la inflación y los aumentos en los costos de la materia prima y los insumos agrícolas, situación que se vio agravada por la invasión de Rusia a Ucrania.

En esa línea, la belga admite que lo que les ha afectado es que “hay un freno en los proyectos de innovación en alimentos funcionales”.

“Digamos que en estos casos la gente vuelve a la canasta básica y hay menos plata para gastar en intentar cosas nuevas, a nivel de consumidor. Y las empresas de alimentos, ¿qué hacen? Van a invertir menos en desarrollo. Sin embargo, se están manteniendo algunos proyectos que nos van a ayudar a crecer”, explica.

Además, reitera que, en la medida que el precio sea accesible, sigue viendo una tendencia de los consumidores a migrar hacia una alimentación más saludable.

De la mano con eso, en Benexia también tienen sus fichas en un estudio recientemente publicado por académicos de la Universidad de Chile que, a juicio de la empresa, les permitirá avanzar con mayor respaldo en su trabajo de informar de las propiedades de la chía.

Inversión en Arica

En paralelo, Benexia está ampliando sus capacidades en la planta productiva de Arica, principalmente por medio de un plan de eficiencia en las líneas productivas, con el que buscan eliminar, para 2023, un 10% de las mermas que tienen como compañía en este aspecto.

“Estamos haciendo pequeños y grandes ajustes, también invirtiendo en algunos equipos claves para el proceso productivo, donde también estamos con grandes inversiones”, dice Gillot.

Por otro lado, añade que para la firma también sigue siendo un tema sensible encontrar mano de obra en Arica, pero que siguen adelante con los proyectos para ampliar los trabajos en ese lugar.